Asistimos hoy a un panorama medico un tanto desolador : Enfermos que no se curan con la medicina hospitalaria,tratamientos médicos que no cumplen los objetivos deseables para conseguir una salud digna. etc… Hay realmente crispación tanto en los enfermos como en los médicos a veces un tanto hirientes que a lo único que conducen es a incrementar el gasto publico en pruebas diagnostica (RX, RMN…análisis..) Todo ello con la esperanza de conseguir un diagnostico certero y quizás entretener al paciente con el fin de quitárselo de encima. Realmente dantesco!!
En medio de todo este caos toman parte las mal interpretadas Medicinas alternativas como la homeopatía, Acupuntura, Naturismo, etc…
Aparte del ataque frontal por parte de las autoridades medicas oficiales, esta en la opinión de mucha gente que «no sirven para nada» que son un fraude y los político en defensa del paciente han decidido abolir por decreto.
¿Que va a pasar?
Lo que pasa cuando se reprime algo. Por una parte habrá una defensa a muerte por parte de los «creyentes» y un paso atrás en los «dudosos»La homeopatía por ejemplo lleva doscientos años desdee que Samuel Hanneman descubriera que había una posible vía de curación por los «similares». Una teoría valida y comprobable científicamente pero difícil de ver en la actualidad. Su validez depende del profesional que entienda lo que hay que curar en primer lugar y actuar en consecuencia. Pero mi pregunta es por dónde empezar cuando a nosotros nos llegan pacientes cortisonados, intoxicados medicamentos y por lo tanto suprimidos en sus reacciones vitales. Uno recurre a la homeopatía cuando no encuentra solución por las terapias convencionales esta claro, Son pocos los que vienen cuando el cuadro es agudo y reciente donde es mas fácil describir los síntomas y actuar de forma eficaz.A lo largo de este blog iré exponiendo casos exitosos con el fin de destacar la manera de conseguir resultados actuando de forma jerárquica y eficaz. ¡Ojo! no significa que todos los casos fueron curados de forma exacta desde el inicio del tratamiento. Mis razonamientos daré haciendo cierto el proverbio de que «mas sabe el demonio por viejo que por demonio»